Ficha de ABEN

Imaginad lo siguiente. Eres un bebé, sin nada, y una familia decide darte un hogar. Vas a tener amor, juegos y un techo toda tu vida. Todo parece maravilloso. Pero de repente, ves como, sin haber hecho nada malo, tu familia decide que no puedes seguir con ella, que ya no te quieren, que te tienes que ir...¡Siendo un bebé todavía!. Triste ¿verdad? Pues esta es la historia de nuestro Aben, a quien destinaron a crecer sin un hogar, sin una familia que le diera amor, que lo paseara, que le enseñara.
Sufrió tanto con el cambio, con pasar de tener un hogar, a vivir en el albergue, que en sus primeros meses estaba débil y enfermaba a menudo. La tristeza del abandono lo destrozó por dentro.
Aún así, con el tiempo, y el cariño de la gran familia que forma la protectora, Aben fue mejorando, y así, creció y se convirtió en un perro fuerte y sano. Le pudimos dar parte de la felicidad y el amor que había perdido.
Aben sigue siendo un bebé grande, le encanta que jueguen con él, que le acaricien la barriga, y nos demuestra cada día lo inteligente que es (sobre todo si hay chuches de por medio). Solo le falta una cosa, una familia definitiva, que le siga ayudando a convertirse en el perro 10 que sabemos que puede llegar a ser, que le de todo ese amor que una vez le negaron.