KELLY

Cuando nos llegó el aviso de tu estado grave te acogimos. Llegaste a mi con tu cuerpo lleno de heridas, patitas quemadas del asfalto en carne viva y por si no fuera poco, un virus hizo que tu boca y labios fuera todo una yaga dolorosa que hacía que te costará comer. Conseguí con paciencia y curas, meses después, que pudieras pisar el suelo sin dolor y comer sin problema. Tu única secuela visible: tu lengua arrugada . Conociste a más gente, voluntarios buenos que te cuidaban todos los días. Pero el virus se quedó ahí latente esperando salir de repente transformándose en algo incurable y haciendo que tomemos una decisión muy dolorosa y era el decirte adiós. Nos quedamos con los buenos momentos, momentos de esfuerzo y superación.
Gracias Víctor por acompañarla en su adiós.
Adiós pequeña, los voluntarios y tú acogida no te olvidamos.